La alegría de vivir lejos del abismo de la botella en Sin categoría

No se esconden, porque el hecho de contar su historia les hace fuertes y da ejemplo. Y eso que sus vivencias no son fáciles de relatar delante de un nutrido auditorio y con luz y taquígrafos: dormir en el umbral de casa incapaz de abrir la puerta por la borrachera, sufrir accidentes de tráfico, verse literalmente en la calle o perder empleos son algunas de las consecuencias del abuso del alcohol, una enfermedad presente en todos los estratos sociales pero de la que, según se repitió ayer varias veces, «se puede salir».