La intervención entra en su recta final mientras recibe la visita de arquitectos chinos en Badajoz

Las obras de rehabilitación y adaptación del Fuerte a salón de celebraciones y centro de interpretación han entrado en su recta final. En estos momentos ya se está terminando de impermeabilizar la cubierta, donde ya se han instalado todas las barandillas para que posteriormente se pueda colocar la capa vegetal. Otro grupo de operarios se centra en terminar de construir la rampa por la que se subirá al adarve y que será accesible para discapacitados. Otra cuadrilla trabaja en la adecuación del interior de los aseos y el museo. Está previsto que estas acciones finalicen en cuestión de días, para después poder arreglar el suelo de la plaza del recinto. Esta intervención se llevará a cabo una vez que se desmonte la grúa. El asfaltado de la carretera exterior que llega al fuerte se dejará para el final, al igual que la colocación de las baldosas en la acera que discurre de manera paralela a la carretera. Según confirma el arquitecto Luis Acevedo Bruno, el proyecto debería haber estado terminado a final de junio, pero se solicitó una prórroga por el retraso que se acumuló por las lluvias y la aparición de restos arqueológicos. El arquitecto asegura que la obra estará concluida a finales de este mes.