Los bolivianos bailan para cumplir promesa en Badajoz

Apenas daban las doce del mediodía de ayer y los cánticos comenzaban en la parroquia de San Andrés. En la eucaristía se celebraba la festividad de la Virgen de Urkupiña, natural de Bolivia. Oficialmente su día es el quince de agosto, pero la comunidad boliviana pacense, decidió pasarlo al sábado. Unas sesenta personas, la mayoría de esta nacionalidad, fueron a la parroquia a rendir culto a su patrona. Después de la misa, los bolivianos salieron a la calle y deleitaron a los presentes con su baile típico: los caporales. A pesar del sofocante calor y de los estrambóticos trajes, bailaron con entrega sus canciones tradicionales, que salían de una furgoneta allí estacionada. Durante la representación no ocultaron sus lágrimas ni su emoción. Algunos cumplían una promesa. Más tarde se desplazaron a la calle Rafael Lucenqui, donde volvieron a bailar los caporales.