321 nuevos cacereños visitan a la patrona en Sin categoría

Una abundante escudería de carros de bebés invadió ayer la concatedral de Santa María. Los había de todos los tipos: modernos, clásicos, vintage, de colores atrevidos o discretos, con lacitos, con muñecos. Conducidos por padres, madres, abuelos o tíos. Cámaras de fotos, olor a colonia infantil y algún llanto cambiaron el paisaje habitual del templo y lo llenaron de juventud. Una pareja de turistas franceses se vio sorprendida por la avalancha cuando visitaba el templo, y no pudo dejar de sonreír ante tal abundancia de niños. Un verdadero 'baby boom' local que no faltó a la cita anual con la patrona, el acto más entrañable del novenario.