El fuerte de ayer y de hoy en Sin categoría

En los recuerdos de su niñez se mezclan las desocupadas tardes de los jueves jugando en los alrededores del fuerte de San Cristóbal. Allí correteaba el representante vecinal de la margen derecha Ricardo Cabezas mientras esperaba que los seminaristas fueran a pasearse. El entretenimiento de la pandilla era echar un ojo a los postulantes a cura y mirar el furgón del Ejército de Tierra que iba a surtir de comida a la prisión militar.