El silencio de San Roque y el muñidor de la Vera Cruz en Sin categoría

La patrona de la ciudad puso fin en la madrugada del sábado a 24 horas de fervor y recogimiento en el Casco Antiguo. Nuestra Señora de la Soledad salió a las once de la noche de su ermita y entró en la carrera oficial pasada la una y media. Su paso con el manto negro bordado en azabache fue uno de los más esperados por los fieles, que se agolpaban a cada esquina del recorrido.