En el bosque de los nacidos en Sin categoría

La natalidad ha bajado un 39 por ciento en Casar de Cáceres. En el municipio situado a 10 kilómetros de la capital ese dato ayer no le hizo perder a nadie la sonrisa. Ni siquiera a su alcalde, Florencio Rincón, promotor de una iniciativa que arrancó en 2007 y que va camino de convertirse en tradición. Por cada niño nacido se planta un árbol. A su lado se coloca una placa con el nombre del retoño.