La constructora Abreu se ocupa ya de los trabajos de reparación en Sin categoría

«Nos fuimos de casa con lo puesto. Estábamos muertos de miedo. Solo cogí lo principal para la niña». Fátima Rubiales está desesperada. El derrumbe de la fachada del bloque de Procasa en Mejostilla deja un hueco visible incluso en el salón de su casa, un primero. «¿Cómo nos vamos a quedar ahí? Es imposible. Y como no lo tapen habrá más daños», incide su marido, Rodrigo.