Los complicados accesos al Parque del Príncipe en Sin categoría

«Está así hace mucho tiempo, ¿ahora se dan cuenta?. Anda que...». Miguel, con edad suficiente para estar jubilado, regresa a su casa después de dar el paseo diario a su perra Kira y está a punto de atravesar el arco de entrada al Parque del Príncipe, que también es el acceso principal a la piscina municipal más utilizada y a un aparcamiento en superficie gratuito habitualmente lleno de vehículos. Tal confluencia de elementos hace que, a diario, turismos y peatones se repartan los metros de calzada para acceder a la zona ante la ausencia de acerado.