María vuelve a sonreír en su ciudad en Sin categoría

«Perdona, pero hablo como una metralleta». Y la frase, además de ser cierta, revela con sus connotaciones bélicas incluidas que María Martí Antonio, la joven cooperante cacereña atrapada en un centro comercial de Nairobi cuando un grupo terrorista comenzó a disparar contra todos los ciudadanos que encontraron a su paso (72 muertos según los recuentos iniciales), ha sabido vivir estos tres meses con un episodio tan traumático como este. Sucedió el 21 de septiembre, pero María duda en la fecha exacta, otra señal en la misma dirección además de su habitual sonrisa, aunque todo eso no invalida la crudeza de su testimonio cuando recuerda el ataque. «Estaba convencida de que iba a morir», afirma.