07 Ene 2014
«Merece la pena ser sacerdote» en Sin categoría
José Romero ingresó en el seminario a los catorce años. Hijo de un agricultor de la Zarza se pagó sus estudios trabajando de camarero en la Costa Brava o recogiendo peras como jornalero. Ayer recibió su insignia de plata por los 25 años de sacerdocio. En este tiempo ha aprendido a multiplicarse. Lleva las parroquias de La Haba y Magacela además de ejercer de capellán en el Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena. Antes pasó por Zalamea y Esparragosa de la Serena.