Un chico «retraído y callado» al que le gusta jugar de portero en Sin categoría

Un joven «tímido, retraído y callado» que habitualmente se acercaba a practicar fútbol al campo de las 232 viviendas. Es el perfil que describen los vecinos de la barriada cacereña sobre el hombre de 33 años que ha sido acusado de agresiones sexuales, delitos de pornografía infantil, corrupción de menores y provocación sexual. Los residentes de la zona, una de los más populares de la ciudad, vivían ayer entre la sorpresa, el disgusto y la indignación por los hechos ocurridos. Muchos se enteraron a través de los medios de comunicación mientras que algunos habían oído hablar del suceso hace días pero no le daban crédito. Más de uno, confiesan, pensaba que aquella historia de un chico del barrio (aunque vivía en la avenida de Dulcinea se movía principalmente por las Trescientas) que contactaba y presionaba a menores, era sólo un bulo.