Una asociación pacense asistirá casos de trastorno de personalidad en toda la región en Sin categoría

Una mala contestación, un gesto raro. Isabel Lorenzo había notado que el comportamiento de su hijo mayor era extraño. «¡Qué mal carácter tiene!», pensaba. «¿Qué le pasa?», se cuestionaba. La pregunta se la había formulado muchas veces hasta el día en que tuvo su primer brote psicótico, con 18 años. En el posterior ingreso hospitalario, los psiquiatras dieron con la tecla: trastorno límite de la personalidad. Entonces comenzó un camino que todavía hoy, 15 años después, se le hace cuesta arriba.