La escombrera municipal desaparece bajo 130.000 metros cúbicos de tierra en Plasencia

La escombrera de Valcorchero es ya una imagen para el recuerdo. Los miles de toneladas de todo tipo de residuos vertidas durante décadas en el alcornocal de esta dehesa municipal, junto a la N-630, se han transformado en menos de tres meses en un paisaje muy distinto, llamado a integrarse en el resto del entorno y convertirse en parque. Porque en estos días terminan los trabajos de recubrir con tierra vegetal la capa de áridos que ocultó los cascotes, ripios y otros desechos de la construcción acumulados en el paraje. «Esta semana acabaremos los trabajos de limpieza y adecuación y antes de final de año estará hecha la reforestación», explica José Manuel Mateos, de la empresa Arapalasa. Es la sociedad contratista del proyecto de sellado y regeneración de la escombrera de Plasencia.