Silencio y devoción acompañan al Nazareno en Plasencia

Este año no hubo olor a azahar junto a los naranjos de la Catedral. La invernal y lluviosa primavera privó del aroma sureño a los cientos de personas que esperaban la salida de la procesión del Silencio. Contra pronóstico, la lluvia se alió con el Silencio y dio tregua al Nazareno y la Dolorosa de la Esperanza para que pudieran salir a recorrer las calles de Plasencia. Algo que no llegaron a hacer el año pasado precisamente por causa del agua que cayó.